lunes, 22 de agosto de 2011

¿Estamos desperdiciando el potencial de la televisión digital para nuestro desarrollo?

Pocos negarían que es importante para la democracia que las diversas perspectivas políticas tengan cabida en los medios de comunicación. Sin embargo, a pesar de que la falta de pluralismo en los grandes medios fue un tema álgido durante el último proceso electoral, no surgió una solución o conjunto de soluciones a esta carencia. Más aún, hubo un fuerte rechazo de poderosos actores políticos y económicos a cualquier propuesta de reforma con miras a asegurar la pluralidad, particularmente si involucraba mayor intervención del Estado. Por un lado, se hizo evidente una falta de reconocimiento del carácter público del servicio que proporcionan los medios pero, por el otro, también es cierto que ninguna nueva política al respecto debe ser percibida como una amenaza a la libertad de expresión o a la propiedad privada. Por ello, el diálogo es esencial. El tema es sensible, indudablemente, pero también es urgente.

Donde no debe haber dudas, empero, es en evitar que la falta de pluralismo se perpetúe en los nuevos medios que los avances tecnológicos están haciendo disponibles a la población actualmente. Lamentablemente, esto es exactamente lo que viene ocurriendo con la radio y televisión digital y es importante que el tema reciba mayor atención. Los requisitos financieros y técnicos que viene imponiendo el Estado para poder administrar las frecuencias de televisión digital son tan elevados que, en la práctica, si las políticas no cambian los mismos actores poderosos (y basados en Lima) que controlan los medios analógicos existentes serán los que controlen las señales digitales. Es decir, las mismas grandes empresas de televisión y otros medios que controlan los canales actuales y que han sido cuestionadas por su falta de apertura a la pluralidad de opciones políticas y de las voces de un mayor número de grupos sociales.

Lo más lamentable de esta tendencia actual (y que es escasamente reportada en los medios de comunicación que hoy predominan) es que estamos desperdiciando el gran potencial que ofrece la televisión digital para el desarrollo descentralizado del país, y no sólo para los negocios desde la perspectiva de la televisión comercial. Además de permitir una mejor imagen y sonido, permite transmitir mayor número de canales en simultáneo donde antes solo se transmitía uno, permite la interactividad, y es posible recibirla en teléfonos móviles. Así, abre posibilidades inéditas de carácter educativo y para el desarrollo y gestión pública en todo nivel. Ello no obstante, sin políticas que aseguren la participación de los actores locales y regionales, así como de nuevos actores comunitarios y organizaciones sociales, seguirá siendo mínimo el papel que juegan los medios de comunicación en la consolidación de la gobernabilidad democrática y el desarrollo humano.


* Elaborado por Gonzalo Alcalde, Coordinador del programa Agenda: PERÚ.

2 comentarios:

  1. Será interesante, considerando las restricciones legales y financieras que este nuevo sistema impone, analizar qué tipo de medidas van a adoptar diversos actores (soc civil, comunidades, medios regionales) para poder beneficiarse del nuevo sistema digital.

    Pueden verse probablemente ciertas oportunidades - asociaciones estratégicas entre estos actores, por ejemplo - que puedan dar una solución temporal y de aprendizaje, al menos hasta que los requerimientos puedan sincerarse de acuerdo a las necesidades y capacidades de los medios medianos y pequeños de las regiones del país.

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  2. Estimado(a) Sky01:
    Gracias por comentar. Estamos de acuerdo con lo que menciona, pero va a ser difícil superar las trabas que impone el actual modelo a la entrada de nuevos actores. Además de intentar superar los desafíos actuales, es necesaria la presión desde la sociedad civil organizada para que los tomadores de decisiones cambien las políticas públicas poco equitativas en estos temas
    Saludos cordiales

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